Las relaciones con los miembros de la familia pueden ser complicadas. El pasado duele y a veces puede llegar a ser insoportable. Los cambios en las circunstancias también tienen el potencial de causar trastornos psicológicos (por ejemplo, el divorcio, el nacimiento de un bebé, una muerte o enfermedad de un familiar o cuando los hijos llegan a la adolescencia o salen de casa).
Las familias pueden necesitar ayuda cuando los conflictos entre sus miembros se vuelven intratables, o cuando los miembros de la familia no se llevan bien con los demás. En esos momentos, la terapia familiar puede ayudar a permitir a los miembros de la familia a comprender mejor y ser más sensible con los demás.
Hablando a través de sus verdaderos sentimientos en un ambiente seguro y confidencial puede aliviar esta tensión y la frecuencia con la que el psicólogo puede ayudarle a ver el camino a seguir.
Durante el tratamiento su terapeuta le ofrecerá la aceptación incondicional de cualquier sentimiento que pueda tener y, juntos, analizarán las dificultades que está experimentando. Esto puede ayudar a entender sus propios sentimientos, que le puede permitir tomar decisiones que serán beneficiosas.
En psicólogos Buenos Aires trabajamos con ambos padres, con familias monoparentales, padrastros, familias adoptivas, familias de gays y lesbianas, y las familias divorciadas o que están a punto de hacerlo. En el trabajo con las familias, que se centran en las interacciones problemáticas que son las más necesitadas de cambio, y las relaciones que están más necesitados de refuerzo y reparación. Las sesiones se programan de acuerdo a las necesidades de la familia.
El acercamiento a las familias se basa en la TFCE (terapia familiar centrada en las emociones), cuyo objetivo es modificar las relaciones familiares para que los miembros de la familia sean más emocionalmente disponibles y atentos a los otros, sentirse seguros en su apego a los demás, y están seguros de que sus diferencias entre sí pueden ser respetadas.
